La canción "Tragos de Alcohol" de El Komander, también conocida como Alfredo Ríos, es un claro exponente del género regional mexicano, específicamente del estilo ranchera. Este sencillo forma parte de su álbum titulado "Tragos de Alcohol", lanzado en 2016. El tema que aborda la canción gira en torno a las complejidades del desamor y el papel que desempeña el alcohol como mecanismo para afrontar el dolor emocional.
En la letra, el protagonista expresa su lucha interna entre el deseo de olvidar a una persona amada y la imposibilidad de dejarla ir. Desde los primeros versos, se establece una conexión emocional profunda; el uso repetido de imágenes relacionadas con el alcohol revela no solo un intento por ahogar sus penas, sino también la constatación amarga de que esa bebida no puede curar su sufrimiento. Frases como “estoy a punto de acabarme la botella” reflejan un estado de desesperación en donde beber se convierte en un refugio temporal frente al dolor persistente.
A lo largo de la canción, se hace evidente que aunque haya momentos de decisión y valentía para intentar recuperar lo perdido —“estoy pensando seriamente ir a rogarle”— hay un fuerte sentido del orgullo que impide tomar acciones decisivas. Esta tensión entre desear reconectar con alguien y ser incapaz por razones personales añade una capa de ironía sutil a la narrativa: a pesar del deseo latente por cambiar la situación, hay barreras internas que limitan al protagonista.
El uso recurrente del estribillo enfatiza el mensaje central: “los tragos de alcohol no son la cura”. Aquí radica uno de los mensajes más profundos y universalmente resonantes en esta pieza: aunque uno pueda buscar alivio en sustancias externas ante situaciones emocionales difíciles, estas soluciones son efímeras y no resuelven realmente el problema subyacente del amor perdido. La tristeza persiste a pesar del intento por ahogar esos sentimientos mediante el consumo excesivo.
En cuanto a datos curiosos sobre "Tragos de Alcohol", esta canción ha sido emblemática dentro del repertorio musical contemporáneo mexicano, capturando las vivencias tanto personales como colectivas relacionadas con los desamores típicos en este contexto cultural. El Komander ha consolidado su carrera precisamente explorando enfoques líricos similares, tocando temas cotidianos desde un ángulo honesto y sincero, lo cual le ha permitido conectar fuertemente con su público.
Además, El Komander ha sido objeto tanto de alabanzas como críticas dentro del mundo musical; mientras algunos valoran su autenticidad y capacidad para retratar emociones crudas, otros critican ciertas temáticas repetitivas presentes en sus letras. Sin embargo, es innegable que "Tragos de Alcohol" se erige como una obra representativa que muestra cómo muchas veces las canciones pueden convertirse en vestigios poéticos sobre experiencias compartidas.
Esta deliciosa mezcla entre sensibilidad e ironía coloca "Tragos de Alcohol" no solo como una simple canción sobre la pérdida amorosa y el consuelo fugaz del alcohol; es un recordatorio melancólico acerca de cómo lidiamos con nuestro interior cuando nos enfrentamos al dolor humano —un dolor que pocos evitan sentir alguna vez en sus vidas. Por lo tanto, tanto musicalmente como líricamente, esta obra logra plasmar esas emociones profundas que resuenan con muchos oyentes en todas partes.