La canción "Ron" de Feid, incluida en su álbum titulado "19", es un claro ejemplo del auge del reggaetón contemporáneo, caracterizado por ritmos pegajosos y letras provocadoras. En esta pieza musical, Feid se adentra en la temática de las relaciones furtivas y los deseos ocultos, utilizando el ron como símbolo de desinhibición y celebración.
Desde el comienzo de la letra, se establece un ambiente festivo que contrasta con la narrativa subyacente. La frase "La última vez se nos puso bien fea" sugiere una experiencia anterior cargada de tensión, probablemente relacionada con las complicaciones que surgen debido a un novio celoso o posesivo. La música permite una especie de evasión emocional, permitiendo a los protagonistas disfrutar del momento a pesar de sus implicaciones morales más complejas. Este juego entre lo festivo y lo tenso se convierte en el hilo conductor sobre el cual gira toda la canción.
En su análisis más profundo, la letra pone en relieve cómo los personajes viven intensamente el presente sin preocuparse por las repercusiones futuras. La repetición en el estribillo - “Báilame otra para terminar” - refuerza esta sensación de inminencia y deseo insaciable. No busca una relación perdurable (“No quiero to’a la vida, solo esta noche”), sino simplemente aprovechar una oportunidad momentánea antes que sea demasiado tarde o que alguien lo descubra.
El uso del infiel como elemento narrativo refleja no solamente la búsqueda del placer efímero sino también una crítica social hacia las relaciones modernas donde los límites parecen difusos y donde a menudo se anteponen instintos primarios sobre consideraciones emocionales profundas. Hay un sutil juego irónico aquí: mientras que el protagonista desea disfrutar de esta conexión furtiva, también reconoce los riesgos involucrados (“Tu novio no se tiene que enterar”). Esta dualidad entre pasión y culpa es uno de los ejes temáticos más fuertes del reggaetón actual; explora carnalidad al tiempo que deja ver inseguridades inherentes a estos encuentros.
Feid también introduce referencias culturales y estilísticas a través de las líneas sobre marcas prestigiosas como Versace, sugiriendo un mundo donde imagen y estatus juegan roles significativos en atracciones físicas. Esta mención sirve para exaltar aún más al objeto de su deseo, convirtiéndola casi en un ícono aspiracional dentro del contexto festivo. Sin embargo, arrastra consigo el peso significativo de lo superficial frente a lo auténtico.
Esta mezcla entre sensualidad, diversión nocturna y moral ambigua no solo resuena con muchos oyentes jóvenes hoy: también evidencia cómo ciertas dinámicas siguen reinando en fiestas urbanas llenas de energía mientras implícitamente cuestionan qué significa realmente conectar con alguien sin ataduras emocionales o sociales.
Cabe mencionar algunos datos curiosos sobre "Ron". Feid ha participado activamente en la composición de varios éxitos dentro del género urbano latino; gracias a estas experiencias previas trae una madurez lírica notable desde sus inicios. “Ron” ha sido bien recibida por críticos y seguidores alike por lograr balancear perfectamente melodía pegajosa con letras intrigantes.
En resumen, "Ron" presenta una exploración fascinante sobre los dilemas asimétricos ecológicos entre deseo e identidad en entornos contemporáneos donde todo parece posible pero nada está garantizado. A través del trasfondo lúdico del reggaetón mezclado con tensiones interpersonales reales, Feid entrega no solo un himno bailable sino también una reflexión aguda sobre parte significativa de la cultura juvenil actual.